No hay mal que cien años dure, y menos para los grandes patrimonios, que regresarán con la escopeta cargada al sector inmobiliario tras el pinchazo de la burbuja. Así lo muestra un reciente informe de Barclays Wealth titulado Wealth “Perspectivas para la inversión inmobiliaria: ¿sólidos fundamentos?” y que concluye en que un 35% de las grandes fortunas espera aumentar el volumen de su inversión inmobiliaria en los próximos dos años.
El principal motivo de este retorno es que consideran que ofrece unas perspectivas a largo plazo mejores que otros activos (un 25%) y que las caídas en los precios han llevado a que el sector esté infravalorado (23%). Los expertos puntualizan que en estos momentos los inversores son mucho más exigentes por lo que la propiedad tiene que cumplir todos los requisitos deseados. Mientras que los canadienses serán los que más incrementarán sus inversiones inmobiliarias, los españoles serán los que menos apostarán por este sector, con posibles desinversiones.El informe revela, además, que aunque el sector inmobiliario se sigue percibiendo como incierto, los inversores continúan viendo estos activos como parte importante de sus carteras. De los 2.000 inversores que han participado en el estudio, el porcentaje medio de las carteras destinado al sector inmobiliario es del 28%. En el caso de los inversores españoles es algo más alto, ya que seis de cada diez tienen un porcentaje del 50% o más.El 76% de los inversores cree que actualmente hay buenas oportunidades en el sector residencial, sin embargo el 60% admite que el ajuste de la condiciones de los créditos les previene de tomar la iniciativa. En el sector servicios los inversores también son optimistas; el 68% cree que hay oportunidades aunque 73% se siente limitado por el alto coste de los préstamos. Las diferencias en expectativas de precio entre compradores y vendedores también frenan a los inversores. La mayor ventaja que encuentran los inversores en las compras residenciales es la posibilidad de obtener beneficios mediante el alquiler, así como la potencial subida del precio de las viviendas. En cuanto a las desventajas, destacan los costes de mantenimiento y la escasa liquidez. De acuerdo con Michael Dicks, director general y responsable de investigación de Barclays Wealth “el informe ha revelado que los inversores tienen una proporción más alta de sus carteras en el sector inmobiliario de la que recomendaríamos. Esto sugiere la necesidad real de diversificar el portafolio con otro tipo de activos con la finalidad de reducir el riesgo”.
El principal motivo de este retorno es que consideran que ofrece unas perspectivas a largo plazo mejores que otros activos (un 25%) y que las caídas en los precios han llevado a que el sector esté infravalorado (23%). Los expertos puntualizan que en estos momentos los inversores son mucho más exigentes por lo que la propiedad tiene que cumplir todos los requisitos deseados. Mientras que los canadienses serán los que más incrementarán sus inversiones inmobiliarias, los españoles serán los que menos apostarán por este sector, con posibles desinversiones.El informe revela, además, que aunque el sector inmobiliario se sigue percibiendo como incierto, los inversores continúan viendo estos activos como parte importante de sus carteras. De los 2.000 inversores que han participado en el estudio, el porcentaje medio de las carteras destinado al sector inmobiliario es del 28%. En el caso de los inversores españoles es algo más alto, ya que seis de cada diez tienen un porcentaje del 50% o más.El 76% de los inversores cree que actualmente hay buenas oportunidades en el sector residencial, sin embargo el 60% admite que el ajuste de la condiciones de los créditos les previene de tomar la iniciativa. En el sector servicios los inversores también son optimistas; el 68% cree que hay oportunidades aunque 73% se siente limitado por el alto coste de los préstamos. Las diferencias en expectativas de precio entre compradores y vendedores también frenan a los inversores. La mayor ventaja que encuentran los inversores en las compras residenciales es la posibilidad de obtener beneficios mediante el alquiler, así como la potencial subida del precio de las viviendas. En cuanto a las desventajas, destacan los costes de mantenimiento y la escasa liquidez. De acuerdo con Michael Dicks, director general y responsable de investigación de Barclays Wealth “el informe ha revelado que los inversores tienen una proporción más alta de sus carteras en el sector inmobiliario de la que recomendaríamos. Esto sugiere la necesidad real de diversificar el portafolio con otro tipo de activos con la finalidad de reducir el riesgo”.
Fuente: www.finanzas.com
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