Bruselas cree que el ajuste del sector inmobiliario podría ser "más severo y prolongado" de lo previsto
España ha perdido un 20% de su competitividad en precios desde la creación del euro en 1998, mientras que la mayor economía de la eurozona, Alemania, ha ganado un 13% de competitividad durante el mismo periodo, según el informe anual sobre la moneda única publicado por la Comisión Europea. El Ejecutivo comunitario pidió a los Gobiernos "corregir cuanto antes" estas diferencias de competitividad para que la eurozona pueda responder mejor a las crisis económicas.
Uno de los principales factores que explica la pérdida de competitividad de España, según Bruselas, es la subida de los costes salariales por encima del aumento de la productividad. "Durante la pasada década, el crecimiento de los costes laborales unitarios nominales medios osciló entre 0 en Alemania y el 2,5% o más en algunos Estados miembros (Irlanda, Grecia, España, Italia, Chipre, Portugal, Eslovenia)".
El informe de Bruselas apunta que este y otros desequilibrios acumulados durante los años de crecimiento económico han hecho que algunos Estados miembros, especialmente Irlanda, España y Grecia, fueran "más vulnerables" cuando estalló la crisis. Los tres países financiaron su rápido crecimiento a costa de acumular grandes déficits por cuenta corriente. Ello se tradujo en un aumento "excesivo" de la demanda interna, una fuerte subida de los precios de la vivienda y un sector de la construcción "hinchado".
Pero además, estos países no dirigieron el capital a sus usos más productivos, según destaca el Ejecutivo contrario. El resultado fue que una parte importante de los trabajadores se vieron atraídos hacia sectores con fuertes variaciones cíclicas, como la construcción, que "ahora requieren un ajuste sustancial".
A la inversa, los países con excedente por cuenta corriente, especialmente Alemania, registraron una fuerte caída del crecimiento cuando se redujo la demanda mundial, ya que el consumo interno no pudo asumir el relevo. El retraso en la consolidación de la cuentas públicas, la falta de un marco de supervisión común y las deficiencias en la coordinación de las políticas económicas de los países de la eurozona "han agravado esta vulnerabilidad y mermado la capacidad de la zona del euro para responder a la crisis", afirma la Comisión.
"El euro ha actuado como escudo de protección en la crisis, incluso en los países de fuera de la eurozona, pero no resuelve por sí solo los desequilibrios internos y externos. La zona del euro y el Eurogrupo deben redoblar sus esfuerzos para considerar las políticas económicas y presupuestarias una cuestión de interés común y abordar las divergencias de competitividad", dijo el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, en un comunicado.
Uno de los principales factores que explica la pérdida de competitividad de España, según Bruselas, es la subida de los costes salariales por encima del aumento de la productividad. "Durante la pasada década, el crecimiento de los costes laborales unitarios nominales medios osciló entre 0 en Alemania y el 2,5% o más en algunos Estados miembros (Irlanda, Grecia, España, Italia, Chipre, Portugal, Eslovenia)".
El informe de Bruselas apunta que este y otros desequilibrios acumulados durante los años de crecimiento económico han hecho que algunos Estados miembros, especialmente Irlanda, España y Grecia, fueran "más vulnerables" cuando estalló la crisis. Los tres países financiaron su rápido crecimiento a costa de acumular grandes déficits por cuenta corriente. Ello se tradujo en un aumento "excesivo" de la demanda interna, una fuerte subida de los precios de la vivienda y un sector de la construcción "hinchado".
Pero además, estos países no dirigieron el capital a sus usos más productivos, según destaca el Ejecutivo contrario. El resultado fue que una parte importante de los trabajadores se vieron atraídos hacia sectores con fuertes variaciones cíclicas, como la construcción, que "ahora requieren un ajuste sustancial".
A la inversa, los países con excedente por cuenta corriente, especialmente Alemania, registraron una fuerte caída del crecimiento cuando se redujo la demanda mundial, ya que el consumo interno no pudo asumir el relevo. El retraso en la consolidación de la cuentas públicas, la falta de un marco de supervisión común y las deficiencias en la coordinación de las políticas económicas de los países de la eurozona "han agravado esta vulnerabilidad y mermado la capacidad de la zona del euro para responder a la crisis", afirma la Comisión.
"El euro ha actuado como escudo de protección en la crisis, incluso en los países de fuera de la eurozona, pero no resuelve por sí solo los desequilibrios internos y externos. La zona del euro y el Eurogrupo deben redoblar sus esfuerzos para considerar las políticas económicas y presupuestarias una cuestión de interés común y abordar las divergencias de competitividad", dijo el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, en un comunicado.
Fuente: Finanzas.com
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